- ¿Amor? - preguntó, aturdido. - Sí, así me llaman - sonrió y le tendió la mano.

No me quieras si no me amas

No me mires si no me ves

Ya no vuelvas para decirme que esta vez no vas a volver

No me roces si no me sientes

No me sigas si no me crees

Elimina el adverbio siempre y atrinchérate en un tal vez

Yo no soy como tú imaginas

Tú no eras como pensé

Y este amor ya no difumina las certezas que ayer obvié

Hay veces en las que el sentimiento más puro e inquebrantable se desmorona, erosionado por el paso del tiempo, a la sombra de lo que un día vino a ser.
No siempre lo hace a la vista. Puede hacerlo de modo tan sutil, que tardemos mucho tiempo en percatarnos.

Otras veces "escogemos" a la persona equivocada. Cuesta pensar con claridad cuando habitas la nebulosa y no se concibe el hecho de que no pueda ser. ¿Por qué? Hemos decidido entregarnos, conscientemente de ello o no, y no sabemos qué hacer con todo lo que pudiésemos haber pensado compartir con él/ella.

Otras, en las que únicamente suplicamos volver a sentir de nuevo, con otra persona, en otro momento, lejos de pasados muy presentes que aguardan bajo la almohada el momento oportuno para asaltarnos.

Podemos sentirnos pequeños, insignificantes y frágiles... En esos momentos no conseguimos ser objetivos al valorarnos y rogamos que aparezca alguien que sí sepa hacerlo y nos "salve". Vernos a través de sus ojos y seguirle ciegamente, solo porque consiguió desvelarnos algo que siempre estuvo en nosotros mismos y no fuimos capaces de ver.

Hay quien antepone sus intereses a sus emociones, quien nunca se cansará de buscar a su ideal de cuento de hadas, quien reserva sus días para la libertad y quien no duda en decir y hacer lo que siente, aún teniendo que superar mil obstáculos para ello...

El amor nunca pasará de moda, aunque haya gente hoy día que dude de su existencia.
No es de extrañar. Muy contadas veces aparece para anidar junto a nosotros.
Puede tocar a nuestra puerta y pedir amparo por tiempo indefinido, pero, quizás, no consigamos convencerle para que deshaga la maleta. No renunciará a sus libertades, ni se dejará manipular tan fácilmente.
Él es así, se toma los derechos que cree convenientes y no atiende a obligaciones. Actúa por impulsos, como un niño pequeño que llora cuando tiene hambre, sin importarle despertar al vecindario.
Lo mismo derriba fronteras, que nos encarcela en nosotros mismos. Ruega y arrebata, muestra y esconde, hunde y saca a flote...
Pero a pesar de todo esto, es la única puerta hacia la VIDA (que no hay que confundir "vida" con "existencia", que vivir y existir son cosas muy diferentes).

Fuego y luz

Dos estrellas, mi constelación

Faro del puerto de mi corazón

Tus miradas son

Todo cobra sentido fugazmente cuando llega.
La risa parece nacer de más adentro, de algún rincón de nuestro interior que nunca se había manifestado.
Los ojos se envuelven a sí mismo en un velo optimista y los suspiros sustituyen a los resoplidos conformistas de hasta entonces... Todo cambia, inexplicablemente.

Sobra decir que soy de esos rezagados que osan seguir creyendo en el amor, ¿verdad? XD Nah... uno que es sensible :D y no podía faltar una entrada dedicada al amor. Es mi homenaje personal XD
No pretendo dar una imagen pesimista del sentimiento, ni mucho menos, únicamente me baso en la realidad (mi realidad), y está bien comparar aspectos.

Ya se sabe: 

La vida no es de color de rosa. 

Por suerte o por desgracia, es de mil colores y, aunque no todos los tonos sean rosados, también están incluidos en la gama ;)

 Bye!!